George Church es un profesor estadounidense de 58 años de la Universidad de Harvard que destaca en el ámbito de la biología sintética e ingeniería genética. Ha pasado por diversos proyectos que envuelven método por ejemplo de investigación de recombinación genética homóloga o en sintetizadores de ADN. Su nombre ha sido bastante resonado últimamente tras afirmar en la revista alemana Der Spiegel que volver a traer al mundo al hombre de Neandertal es técnicamente posible y que no es algo que no tenga en mente.

Durante la entrevista, Church, se muestra seguro de que el primer bebé Neandertal nacerá dentro de poco tiempo, durante el transcurso de su propia vida: “Eso –asegura- depende de un montón de cosas, pero estoy prácticamente seguro de que sí. Por un lado, la tecnología que permite leer y escribir ADN es ahora cerca de un millón de veces más rápida que hace apenas siete u ocho años. Por otro lado, también la clonación de mamíferos empieza a ser una realidad y si podemos clonar cualquier clase de mamífero, es muy probable que también podamos clonar un ser humano. ¿Por qué no apostar por ello, hacerlo realidad y comprobarlo?”.
La principal reacción ante estas declaraciones es plantearse lo siguiente: ¿es realmente posible desafiar a la naturaleza y jugar a ser Dios resucitando a un ser vivo que murió hace más de 30.000 años? Parece que Church está muy seguro de su respuesta.
La primera duda que se nos puede plantear es de dónde se va a extraer el ADN de Neandertal para poder investigar con él. La idea de tratar con un ADN de individuos extintos hace tantísimo tiempo resulta bastante complicada de asimilar. Church argumenta que el ADN sería tomado de cualquier fósil de Neandertal que se encuentre en unas condiciones mínimas de conservación. “Tratar de recuperar una muestra del ADN de Neandertal es tan sencillo como hacerlo con un ratón, bastaría tener un hueso fosilizado bien conservado. Sin ir muy lejos, en el Museo de Historia Natural de Nueva York, los visitantes pueden ver muestras de este ADN en unas probetas”. Además, Church menciona el “Proyecto del genoma de neandertal”, proyecto que se desarrolló en Alemania en el Instituto Max Planck en el que se publicó un borrador del genoma de neandertal basado en el análisis de 4 mil millones de pares de bases de ADN de la especie. (http://es.wikipedia.org/wiki/Proyecto_del_genoma_del_neandertal)



Una vez conseguido el genoma exacto, el siguiente paso sería introducir cada parte del genoma del Neandertal en las células madre humanas y clonarlas. Tras sucesivas clonaciones se crearía un embrión neandertal y se implantaría en el útero de una mujer. Church opina y explica el proceso de la siguiente sencilla manera en su entrevista: “Lo primero que se necesita es secuenciar el genoma del Neandertal, algo –que como ya he mencionado yo antes- ya ha sido hecho. El siguiente paso sería cortar ese genoma en, digamos, 10.000 partes y después sintetizar cada uno de ellos. Repitiendo una y otra vez esta operación, se obtendría una línea celular que estaría cada vez más y más cerca a la correspondiente secuencia del Neandertal. En mi laboratorio, hemos desarrollado un procedimiento semiautomático para llevar a cabo la tarea de síntesis. Al final, se ensamblarán todos los fragmentos en una célula madre humana, a partir de la que será posible crear un clon de Neandertal. Por último habría que introducir esos fragmentos en una célula madre, que tras sucesivas divisiones se convertiría en un embrión que sería implantado en el útero de una mujer. Para ello se necesita una mujer humana extremadamente valiente y ancha de caderas”. Esta última frase ha acusado bastante polémica en los medios de comunicación.

Planteado de esta manera, suena una idea estupenda, fácil y asequible. De momento. Pero, ¿el hecho conseguir crear un Neandertal nos beneficiaría a los seres humanos de alguna manera, o simplemente lo hacemos por capricho y por tener la posibilidad de hacerlo? Plantearse esta pregunta es asumir de manera indirecta hasta dónde hemos sido capaces los humanos de dominar nuestro entorno. Estamos dando por hecho que somos capaces de crear vida y resucitar seres extintos; increíble… Bueno, volviendo al tema: ¿qué beneficios encuentra Church en este proyecto? Una de las principales razones por las que está a favor de esto es porque piensa que seguramente tengan una forma de pensar diferente a la nuestra. Alega que sería algo positivo para el futuro de nuestra especie. “Sabemos que tenían una capacidad craneal superior a la nuestra –sostiene- y es concebible que su forma de pensar nos resultara beneficiosa y práctica. Además, gracias a su distinto código genético, puede que nos pudiesen aportar información acerca de muchas enfermedades, o incluso darnos la clave para vivir más años”. Pero por encima de todas estas funciones focalizadas en el propio interés y bienestar del ser humano, se encuentra la curiosidad. Este proyecto, si saliera adelante, sería básicamente por satisfacer nuestra curiosidad de poder ver y tocar a una especie extinguida.

Si tan solo mirásemos el proyecto desde el punto de vista tecnológico, podría desarrollarse sin problema alguno, pues hoy en día se posé la tecnología apropiada y necesaria para crear a nuestro pequeño Neandertal. Pero la verdadera barrera en este proyecto, al igual que en toda la ingeniería genética es la ética. Está prohibido clonar a un ser humano, y por lo tanto se podría decir que las leyes prohíben también la clonación en Neandertales. Pero sin llegar tan lejos, ¿es moral jugar a ser Dios y crear vida a nuestro antojo? ¿Podríamos decir que al hacer esto, se están violando los derechos humanos? ¿O al no hablar de humanos, pues es un Neandertal, estas preguntas no son válidas? Si sabemos que los bebés y fetos de Neandertales eran más grandes que los de nuestra propia especie, la hipotética mujer voluntaria, por muy ancha que fuera de caderas, ¿pondría en riesgo su vida al implantar el embrión en su útero? Son todas estas posibles preguntas las que componen la barrera ética que impide tener a un Neandertal a nuestro lado con el que compartir la mesa.
En está página se puede ver un vídeo con la entrevista a George Church:http://es.euronews.com/2013/01/30/revivir-al-hombre-de-neandertal/
Y en esta otra está la entrevista transcrita (en inglés): http://www.spiegel.de/international/zeitgeist/george-church-explains-how-dna-will-be-construction-material-of-the-future-a-877634.html. Recomiendo leerla, ya que se entiende muy bien la primera postura de Church.

Bueno, volvemos al hilo de la noticia del posible proyecto de creación de un Neandertal. Tras ser publicada esta noticia, como ya he mencionado antes, hubo un enorme revuelo en los medios y entidades defensoras de los derechos, así como defensores de la bioética. Todos ellos trataron de hacer ver a Church que su proyecto era terriblemente peligroso y desmesurado. Como consecuencia de este revuelo, finalmente George Church aclaró el supuesto malentendido de los medio y dejó claro que devolver a la vida a la otra especie humana desparecida es solo una posibilidad teórica a debatir, y que asegura no tener ningún proyecto en marcha. “No busco una mujer para tener un bebé neandertal. No tengo ningún proyecto ni estudio en marcha ni subvenciones.” “El proyecto de traer al mundo a un Neandertal es objeto de debate y, espero que durante muchos años podamos tener una discusión tranquila al respecto.”
Aquí os dejo algunas de las opiniones de expertos en biogenética a cerca de lo que Church argumentaba al principio, acerca de la sencillez del proyecto del bebé Neandertal:
– Hoy en día es técnicamente imposible sintetizar un genoma completo de un Neandertal. Su genoma tiene una cantidad de ADN inmanejable para sintetizarlo en el laboratorio hoy por hoy. Se trata de un genoma de unos 3.175 millones de bases nucleotídicas. Hasta ahora, a lo más que se ha llegado es la resíntesis en el laboratorio, imitando el genoma, de la bacteria Mycoplasma de tan solo 1 millón de bases nucleotídidas.
– Es casi imposible recomponer en una célula madre los 10.000 fragmentos del genoma del Neandertal del que Church habla. Colocarlos en el orden adecuado para generar los 46 cromosomas, introducirlos en una célula madre y pensar que de ahí saldría un embrión que se pudiera trasplantar y que el hipotético embarazo llegase a término, es prácticamente impensable por la ínfima probabilidad de éxito.

– Y por último, la enorme controversia con la bioética y los derechos humanos.
Aquí os dejo dos enlaces del periódico ABC. El primero es el enlace de la primera noticia en la que vienen reflejadas las respuestas de la entrevista de la revista alemana Der Spiegel, la causante de tanto revuelo (http://www.abc.es/ciencia/20130121/abci-george-church-necesita-mujer-201301210850.html).
Y el segundo enlace, que es la noticia que refleja la aclaración necesaria por parte de Church (http://www.abc.es/ciencia/20130123/abci-estoy-buscando-madre-para-201301231030.html).
En conclusión, a Church se le fue un poco de las manos la ilusión y las ganas que tiene frente a la idea de crear vida Neandertal. Sin embargo esta noticia nos muestra las amplias motivaciones y metas de los seres humanos, que no contentos con lo que tenemos actualmente, queremos traer al presente lo que había en el pasado. Quién sabe qué ocurrirá el día que sobrepasemos los límites éticos por puro interés y bienestar humano y empecemos a jugar a crear vida, a jugar a ser Dios.

María Pérez
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